La educación Inicial constituye una unidad pedagógica y comprende a los/as niños/as desde los cuarenta y cinco (45) días hasta los cinco (5) años de edad inclusive, siendo obligatorio el último año (LEN, art. 18).
El Profesorado de Educación Inicial tiene como objetivo formar profesores y un aspecto clave para el cambio educativo lo constituye la formación docente.
La escuela otorga al docente el rol fundamental de ser transmisor y recreador de la cultura. Esto supone que los futuros docentes se apropien de saberes actualizados y adquieran durante su formación la capacidad para reflexionar críticamente acerca de cómo se vinculan con el conocimiento, condición primordial a la hora de constituirse en agentes de transmisión cultural.
Se torna imprescindible además analizar las concepciones en torno a la infancia y a las transformaciones que se han sucedido en las clásicas formas de ser niño a partir de los nuevos escenarios socioeconómicos y culturales.
El Profesorado de Educación Inicial se propone la formar profesionales que logren las competencias para responder a las problemáticas actuales del nivel, promoviendo el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales en forma critica y creativa.
Se espera que tras el cursado de este profesorado, los graduados estén en condiciones de:
Favorecer los procesos de desarrollo del niño en esta etapa: indagar para posibilitar la evolución de la estructura del pensamiento y de sus procesos socio-afectivos y promover la aprehensión de valores y el respeto por la diversidad.
Ejercer la labor docente con fundamento y evidenciando capacidad de reflexión sobre la propia práctica.
Demostrar una actitud proactiva, de actualización permanente, de autoaprendizaje y de inserción positiva en equipos de trabajo.
Insertarse en el ámbito institucional con capacidad para comprender los fenómenos organizacionales.
